Hasta ayer bien entrada la noche hubo un Trending Topic que causó bastante revuelo, #LaNuevaCuevana, y es el que el popular sitio para ver series y películas en Internet tuvo un día bastante convulsivo ayer Lunes.
Desde el domingo en la noche el sitio estaba fuera de servicio, se empezó a rumorear sobre un posible hackeo por parte de antiguos uploaders descontentos con las políticas de Tomás Escobar, quien maneja el sitio, está hipótesis también cobro fuerza gracias a los problemas legales que venía presentando últimamente con varias compañías e instituciones del estado, por violación de derechos de autor, las mas osadas teorías de conspiración planteaban una venganza de la industria cinematográfica.Escobar nunca confirmo ni negó ninguna versión.
Lo cierto es que para horas de la tarde, ya el sitio se encontraba nuevamente en funcionamiento y con una imagen renovada, imagen sencilla y minimalista, que sin embargo, no agrado a muchos, "si algo funciona bien ¿para qué cambiarlo?" era la idea general de muchos usuarios en Twitter. Poco después la página vuelve a caer y Escobar manifiesta a través de la cuenta oficial de Cuevana en Facebook que la misma ha sido hackeada.
¿Verdad? ¿Casualidad? ¿Marketing? Lo cierto es que tras estas declaraciones, muchos usuarios manifestaron su apoyo a Cuevana, contra las acusaciones legales y los supuestos hackeos, algo muy parecido a lo que pasó con Napster a principios de la década pasada. ¿Es Cuevana nuestro Napster o es sólo una excelente muestra de publicidad forzada viralizada por el 2.0?
Hay mucho en juego, si las grandes compañias cinematográficas deciden demandar al sitio, generaran gran descontento entre gran cantidad de usuarios del sitio, que directa o indirectamente también son target de su marca. El caso ha de tratarse con guante de seda y con las mas estilizadas técnicas de relaciones públicas, para no perjudicar la imagen de ninguna compañía. Definitivamente el caso Cuevana, es un caso bastante interesante, digno de seguimiento.
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